La promoción de la “Salud Cardiovascular Ideal” no tiene edad: Mientras más temprano mejor

La promoción de la “Salud Cardiovascular Ideal” no tiene edad: Mientras más temprano mejor

En el último mes se han publicado dos artículos que son de imprescindible lectura y que ratifican la importancia que este planteamiento tiene la guía para la prevención de riesgo cardiovascular en niños de alto riesgo y los resultados del estudio FAMILIA. A lo largo de los años se ha trabajado mundialmente en la: “Prevención

En el último mes se han publicado dos artículos que son de imprescindible lectura y que ratifican la importancia que este planteamiento tiene la guía para la prevención de riesgo cardiovascular en niños de alto riesgo y los resultados del estudio FAMILIA.

A lo largo de los años se ha trabajado mundialmente en la: “Prevención cardiovascular primordial”, actualmente esto deberíamos sustituirlo por: “Promoción de la salud cardiovascular ideal”.

Es un término más proactivo que implica en sí mismo más acción, significa que el objetivo es mantener la salud ideal, que nacemos sanos y el objetivo es seguir saludables.

Todos los que alguna vez hemos trabajado en prevención cardiovascular hemos sentido lo difícil que es intentar cambiar estilo de vidas no saludables, sedentarismo, tabaquismo, malos hábitos de alimentación, entre otros. Los pacientes adultos tienen un patrón de conducta interiorizado desde el hogar, desde la infancia y adolescencia y forman parte de su estructura de conducta. Lo cual hace muy complejo lograr cambios de hábitos. Sí no hemos tenido resultados, es hora de cambiar, es hora de pensar desde fuera de nuestra caja y hacer las cosas de manera diferente. ¿No sería más inteligente cambiar nuestra manera de pensar y en lugar de cambiar hábitos, desarrollar estrategias para evitar que se implanten?

En una etapa en la vida como la infancia, al menos aparentemente, estamos “saludables” desde el punto de vista cardiovascular. Las enfermedades cardiometabólicas se manifiestan primordialmente en la adultez, pero su germen se inicia en la infancia. Sin embargo, en esta etapa de gran pleomorfismo y plasticidad, se pueden lograr grandes cambios que reviertan el desarrollo de las enfermedades crónicas no transmisibles, entre ellas la enfermedad Cardiovascular. Aunque la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, la dislipidemia, la enfermedad coronaria aterosclerótica son vistas tradicionalmente cono enfermedades de adultos, pero la realidad es que su germen se implanta en la infancia; por ende, sí se logra educar a los padres, inclusive desde la preconcepción, puede evitarse la historia natural de estas enfermedades que se inician mucho tiempo antes de su debut clínico, como ha sido demostrado con el estudio Bogalusa, en donde se demuestra la presencia de estrías grasas desde muy temprano en la vida.

En el último mes se han publicado dos artículos que son de imprescindible lectura y que ratifican la importancia que este planteamiento tiene (2,3) la guía para la prevención de riesgo cardiovascular en niños de alto riesgo y los resultados del estudio FAMILIA. En este último se probó la importancia y la efectividad de una intervención multidimensional en niños en edad preescolar entre 3 y 5 años orientada a inducir hábitos saludables de vida. El estudio, con un diseño randomizado incluyó 562 niños, comparó la múltiple intervención educacional para lograr sembrar comportamientos saludables en relación con nutrición, actividad física, manejo de emociones y reconocimiento del problema, versus la intervención mínima. El punto final primario fue los cambios en el conocimiento, en la actitud y en los hábitos. Los resultados demostraron que la intervención multinivel logró un cambio positivo de 2.86 veces más efectivo que en los niños que fueron randomizados al grupo control; los principales cambios se lograron en las esferas, actividad física y reconocimiento del problema (intervalo de confianza 95% 0,58 a 5.14).

La importancia de este estudio radica en que se logró demostrar de una manera científica, que intervenir precozmente en la vida puede tener resultados importantes, no solo al nivel individual de cada niño, sino que pudiese ser una forma de lograr a futuro reducir el crecimiento de la epidemia de las enfermedades cardiovasculares en el mundo. De hecho, el niño puede adoptar hábitos saludables en una etapa de la vida, en la que se siembran y duran toda la vida. Además, los niños se convertirán en un vector que puede llevar los cambios saludables a sus hogares y lograr que la familia adopte un estilo de vida que se acerque a la salud cardiovascular ideal.

Por otra parte, en el consenso sobre reducción del riesgo cardiovascular en niños de riesgo alto, se hacen recomendaciones para aquellos grupos pediátricos identificados como de riesgo elevado, ya que la enfermedad aterosclerótica es muy precoz y agresiva, secundaria a enfermedades especificas. Estos niños tienen un elevado riesgo de fallecer tempranamente por enfermedades cardiovasculares.

En una sociedad donde el ambiente es obesogénico y todo el que crezca en él tiene un riesgo elevado de desarrollar un riesgo cardiometabólico elevado, las medidas de promoción de la salud cardiovascular deben en forma taxativa, iniciarse desde la etapa preconcepcional de manera ideal o en su defecto, en la infancia, de una manera estratégica y estructurada, con el fin de lograr sembrar cambios en toda la población infantil que reviertan el riesgo inminente, así como la identificación de los gurpos  de alto riesgo ( dislipidemia familiar, enfermedades reumáticas, antecedente de enfermedad de Kawasaki, antecedente de cáncer, post trasplantados, obesos extremos, diabéticos, entre otros), con el fin de evitar la mortalidad precoz.

En definitiva, nuestra propuesta es que la prevención de las enfermedades debe hacerse lo mas precoz que se pueda. Desde el período preconcepcional o desde la infancia, esta sería la manera más efectiva de lograr ese objetivo. En los niños no podemos conformarnos con una cobertura de vacunación amplia y suficiente, las enfermedades crónicas no transmisibles deben ser objetivo de la prevención desde edades pediátricas, para ello los pediatras y los obstetras deben incluir en su esquema de evaluaciones, acciones preventivas para evitar el desarrollo de las enfermedades cardiometabólicas. Es importante trabajar en esos PRIMEROS MIL DIAS DE VIDA del hombre, qué comprenden el embarazo y los primeros 2 años de vida, con el objetivo de actuar en esta etapa clave en la formación de hábitos. Una etapa en la cual la plasticidad del cerebro permite una mayor capacidad de aprendizaje y la posibilidad cierta de incorporar conductas a nuestros hábitos diarios, lo cual difícilmente serán cambiados en la etapa adulta. Es importante evaluar entre los 3 y 6 años, a los pre-escolares, con el fin de detectar la presencia de factores de riesgo para enfermedad cardiovascular, y realizar las correcciones pertinentes. Sí esto se logra en forma masiva, estructurada y universal, estaremos criando una generación mucho más cardiosaludable que las generaciones de adultos actuales.

Hay una serie importante de conductas y hábitos que debemos sembrar desde la infancia (ver tabla), son medidas sencillas en apariencia, son enunciados que tal vez todos conocemos y los hemos escuchado e inclusive repetido, pero no hemos logrado cambios efectivos y duraderos en nuestros pacientes. De allí la importancia de cambiar nuestra manera de pensar y actuar. Nuestra generación tal vez ya está perdida y será muy difícil lograr cambios, pero los resultados del estudio FAMILIA nos comprometen y nos crean un reto de cara al futuro. Son nuestros niños que ameritan un sistema educativo multinivel intenso, estructurado y consistente con lenguaje adaptado a ellos, con el fin de lograr sembrar estos hábitos cardiosaludables. Con ellos e estaremos dando un paso hacia adelante muy importante, en la dirección correcta y lograremos que la próxima generación tenga menor riesgo cardiovascular que la nuestra.

 

 

Tabas

Dra. Livia T. Machado H.

Draliviamachado@gmail.com

Dr. Carlos Ignacio Ponte-Negretti

ciponten@gmail.com

@detenelriesgo
#SIACPREVENT

 

Bibliografia

1.) Gotto AM Jr, Smith LC, Allen B, et all. The Bogalusa Heart Study. In: Atherosclerosis V (New York: Springer-Verlag, p. 272-277, 1980

2.) De Ferranti et al Cardiovascular Risk Reduction in High-Risk Pediatric Patients A Scientific Statement from the American Heart Association. Circulation. 2019;139:e603–e634. DOI: 10.1161/CIR.0000000000000618

3.) Fernandez-Jimenez etal.Child Health Promotion in Underserved Communities The FAMILIA Trial. JACC VOL. 73, NO. 16, 2019

 

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4 Comments

  • celeste
    mayo 29, 2019, 11:42 pm

    Tenemos que actuar en nuestros niños.
    claro desde la preconcepcion, pero debemos decirles a los padres de niños mayores de 2 años que desde esa edad no es válido tirar la toalla y dejarlos comer lo que quieran .
    a los mayores de 5 indicarles que tienen que buscar algo que les guste de actividad física y decirles insistentemente que los lleven a disfrutar esa actividas

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  • celeste
    mayo 29, 2019, 11:42 pm

    Tenemos que actuar en nuestros niños.
    claro desde la preconcepcion, pero debemos decirles a los padres de niños mayores de 2 años que desde esa edad no es válido tirar la toalla y dejarlos comer lo que quieran .
    a los mayores de 5 indicarles que tienen que buscar algo que les guste de actividad física y decirles insistentemente que los lleven a disfrutar esa actividas

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  • celeste
    mayo 29, 2019, 11:42 pm

    Tenemos que actuar en nuestros niños.
    claro desde la preconcepcion, pero debemos decirles a los padres de niños mayores de 2 años que desde esa edad no es válido tirar la toalla y dejarlos comer lo que quieran .
    a los mayores de 5 indicarles que tienen que buscar algo que les guste de actividad física y decirles insistentemente que los lleven a disfrutar esa actividas

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  • Euclides Carrillo
    junio 1, 2019, 1:11 pm

    Excelente articulo. Revisare el estudio FAMILIA, gracias

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