Impacto de la lipoproteína (a) elevada en el fenotipo y severidad de la enfermedad coronaria

Impacto de la lipoproteína (a) elevada en el fenotipo y severidad de la enfermedad coronaria

En este estudio, analizaron la asociación entre los niveles de lipoproteína a con el grado y severidad de la enfermedad coronaria en un grupo de pacientes de Alemani. Link AQUI Introducción La lipoproteína(a) [Lp(a)] es una lipoproteína aterogénica cuya elevación se ha asociado con un riesgo incrementado de enfermedad cardiovascular. La Lp(a) es un factor

En este estudio, analizaron la asociación entre los niveles de lipoproteína a con el grado y severidad de la enfermedad coronaria en un grupo de pacientes de Alemani. Link AQUI


Introducción

La lipoproteína(a) [Lp(a)] es una lipoproteína aterogénica cuya elevación se ha asociado con un riesgo incrementado de enfermedad cardiovascular. La Lp(a) es un factor de riesgo cardiovascular heredado, independiente y causal de enfermedad cardiovascular. Además, es un factor de riesgo frecuente, con niveles mayores a ≥ 50 mg/dL afectando a 1 de cada 5 individuos globalmente, e incrementa hasta 1 de cada 4 en pacientes con enfermedad aterosclerótica establecida. Parte de su riesgo se debe a su capacidad de promover la aterosclerosis y aumentar el riesgo de trombosis a través de sus propiedades pro-aterogénicas y pro-inflamatorias. En la actualidad, aún se está definiendo el rol y las asociaciones de esta proteína con distintas enfermedades cardiovasculares. Entre ellas, la relación entre niveles elevados de Lp(a) y la severidad de la enfermedad coronaria no ha sido completamente caracterizada. El artículo en cuestión tiene como objetivo evaluar cuantitativamente la asociación entre los niveles de Lp(a) y la severidad de la enfermedad coronaria.

Resumen del Artículo

El estudio «Impact of elevated lipoprotein(a) on coronary artery disease phenotype and severity» realizado por David M. Leistner et al., es un análisis post-hoc del estudio observacional y prospectivo LipidCardio. El estudio LipidCardio fue originalmente realizado en un centro académico en Alemania y tenía como objetivo un análisis extenso de los factores de riesgo cardiovasculares, principalmente en el rol de las lipoproteínas en una población extensamente fenotipificada en materia de riesgo cardiovascular.

El análisis post-hoc del Dr. Leistner y colegas incluyó a 975 pacientes evaluados entre octubre de 2016 y marzo de 2018. La población en estudio tenía una media de edad de 69.5 años, 70.1% eran hombres, casi en su totalidad caucásicos (97.5%), 33.3% tenían antecedentes de enfermedad aterosclerótica prematura, y con una mediana de niveles de Lp(a) de 19.3 nmol/L. La investigación evaluó la relación entre los niveles de Lp(a) y la severidad de la enfermedad coronaria utilizando los puntajes SYNTAX-I y Gensini, y características angiográficas.

La metodología del estudio fue de tipo corte transversal, incluyendo a pacientes que tenían al menos una medición de Lp(a). Los pacientes fueron estratificados según sus niveles de Lp(a): <65 nmol/L, ≥100 nmol/L, ≥125 nmol/L, y ≥150 nmol/L. Niveles altos de Lp(a) (incluso niveles apenas elevados) se asociaron significativamente con enfermedad coronaria, infarto del miocardio y revascularización. De manera similar, la mediana de los puntajes SYNTAX-I y Gensini fueron más elevada en los grupos con Lp(a) elevado, incluso en aquellos pacientes con una ligera elevación del biomarcador. Adicionalmente, existe una correlación entre la prevalencia y la severidad de la enfermedad coronaria y los niveles de Lp(a), siendo la enfermedad coronaria progresivamente más común y más severa en los grupos con Lp(a) más elevado.

Implicancias Clínicas y Comentario Personal

El hallazgo principal del estudio es que los niveles elevados de Lp(a) están asociados con una presentación más severa de la enfermedad coronaria, lo cual subraya la importancia de medir y monitorear Lp(a). Este conocimiento podría influir en la gestión clínica, enfatizando la necesidad de una control más agresivo de otros factores de riesgo cardiovascular en pacientes con niveles elevados de Lp(a) hasta que se dispongan de terapias específicas para reducir estos niveles. A pesar de los resultados robustos y consistentes con la literatura publicada, es importante enfatizar que una de las limitaciones más significativas del estudio es la población incluida. La población era de un solo centro en Alemania y casi en su totalidad caucásicos, por lo que futuros estudios deberán corroborar la validez externa de los resultados en poblaciones más diversas, e idealmente en nuestra población latinoamericana.

Este estudio aporta una valiosa evidencia sobre la necesidad de la consideración de la medición de Lp(a) en la práctica clínica, y más aún con la ventaja de que los niveles de Lp(a) tienen una variación mínima con la edad y no se requiere más que una medición en cualquier momento. Las guías recientes de la Sociedad Europea de Cardiología y la recientemente publicada guía de síndrome coronario agudo de la Sociedad Interamericana de Cardiología también hacen mención de la Lp(a) en la evaluación de síndrome coronario agudo recurrente. A medida que se estudian y aprueban terapias para la disminución de la Lp(a), cada vez más será parte de los factores de riesgos modificables durante la consulta de cardiología y en la evaluación de riesgo cardiovascular. Puede que en el futuro, actualizaciones en scores de riesgo cardiovascular en prevención primaria como el ACC/AHA 2013 recientemente validado para Colombia, o el más reciente “Predicting Risk of Cardiovascular Disease EVENTs (PREVENT)” utilicen la Lp(a) para calcular el riesgo cardiovascular. Estos hallazgos podrían llevar a una mejor estratificación del riesgo y, potencialmente, a un manejo más personalizado y efectivo de la enfermedad coronaria.

Comentario Final

En conclusión, este estudio proporciona evidencia significativa de la asociación entre niveles elevados de Lp(a) y la severidad de la enfermedad coronaria. La inclusión de la medición de Lp(a) en la práctica clínica podría facilitar una mejor estratificación del riesgo y un manejo más eficaz de la enfermedad cardiovascular. A medida que se desarrollan nuevas terapias para la reducción de Lp(a), es probable que su relevancia en la práctica clínica continúe creciendo, contribuyendo a la mejora de los resultados clínicos en pacientes con alto riesgo cardiovascular y aportando a una medicina de caracter mas personalizada.

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