Manejo de la Hipertensión Arterial y Cambios en el estilo de vida liderado por enfermería versus el cuidado usual

Manejo de la Hipertensión Arterial y Cambios en el estilo de vida liderado por enfermería versus el cuidado usual

La hipertensión arterial (HTA) es considerada como uno de los principales factores de riesgo de morbilidad cardiovascular, la misma es definida como una presión arterial sistólica (PAS) y diastólica (PAD) ≥ 140/90 mm Hg. Es también una de las principales causas de mortalidad y discapacidad a nivel mundial, especialmente en países de ingresos bajos y

La hipertensión arterial (HTA) es considerada como uno de los principales factores de riesgo de morbilidad cardiovascular, la misma es definida como una presión arterial sistólica (PAS) y diastólica (PAD) ≥ 140/90 mm Hg. Es también una de las principales causas de mortalidad y discapacidad a nivel mundial, especialmente en países de ingresos bajos y medianos (1).  En los últimos años se ha observado un aumento gradual en el las cifras de HTA debido a varios factores como los cambios en los estilos de vida y el envejecimiento poblacional; a pesar de ser un factor de riesgo prevenible, se estima que 1 de cada 3 adultos en todo el mundo tiene HTA (1).

Estas razones hacen necesario el desarrollo de intervenciones que permitan la prevención, la detección temprana y el tratamiento eficaz; uno de los pilares fundamentales para atacar esta enfermedad, se centra en los procesos educativos centrados en las necesidades del paciente, el apoyo en el cambio de estilo de vida, la administración de medicamentos y el seguimiento continuo del paciente.  Desde esta perspectiva, los profesionales de enfermería han desarrollado estudios que muestran evidencias fuertes respecto de la utilidad que tienen las intervenciones sobre la mejora en el estado clínico de los pacientes y una reducción en las cifras de tensión arterial.

Al comparar las estrategias de manejo usual para el control de la HTA, donde el médico suele ser el principal responsable del manejo de la enfermedad, las estrategias de intervención en la que las enfermeras desempeñan un papel principal en la monitorización y el control de la presión arterial, son útiles en términos de la obtención de mejores resultados clínicos, en reducción de complicaciones, mejoría en la adherencia y control de las cifras tensionales.  Este enfoque puede implicar la educación del paciente sobre la enfermedad, el seguimiento regular de la presión arterial, la titulación de la medicación y el apoyo al paciente y cuidador.

La participación de los enfermeros en el control de la HTA comenzó con la medición y monitoreo de la presión arterial junto con la educación del paciente; a través del tiempo el rol se ha ido ampliando hasta convertirse en una de las estrategias más efectivas para mejorar el control de la enfermedad.  El manejo y control de la HTA al igual que muchas enfermedades crónicas, involucra diversos aspectos de la atención, incluidos la detección, derivación y seguimiento, la gestión de medicamentos, el desarrollo de habilidades del paciente, la coordinación de la atención. En este escenario los modelos basados en equipos multidisciplinarios y centrados en el paciente se han convertido en la característica clave de la atención.

El artículo titulado “Effectiveness of nurse-led interventions versus usual care to manage hypertension and lifestyle behaviour: a systematic review and meta-analysis”, publicado en el European Journal of Cardiovascular Nursing (2), es un ejemplo de estos avances en el manejo de la HTA, los autores realizaron una revisión sistemática sustentada en la metodología del Joanna Briggs Institute (JBI) para revisiones de efectividad y realizaron un metaanálisis con 31 de los 37 Estudios Aleatorios Controlados (ECA) que cumplieron los criterios de elegibilidad y finalmente fueron incluidos en la revisión.

En este estudio, la intervención fue la atención dirigida por enfermeras, en comparación con la atención habitual o la atención dirigida por un médico,  los resultados de la revisión incluyeron cambios en la tensión arterial sistólica y diastólica, la modificación de conductas de salud y el conocimiento sobre HTA y factores de riesgo asociados.

Las intervenciones dirigidas por enfermeras fueron definidas como aquellas en las que una enfermera era la coordinadora de la atención al paciente, o aquellas en las que la enfermera trabajaba de forma autónoma y/o en colaboración con el médico y el paciente para determinar la atención adecuada; se tuvieron en cuenta las intervenciones que hacían uso de la tecnología y que incluyeron salud móvil, telesalud y aplicaciones para teléfonos inteligentes. En la misma línea, la intervención podría realizarse en departamentos ambulatorios de hospitales, en entornos de atención primaria, en el hogar o en la comunidad, y mediante consultas presenciales o de telesalud.  La mayoría de los estudios utilizaron una combinación de intervenciones que incluían educación y asesoramiento, la monitorización usando telefónos móviles fue la intervención telemática más común.

Existe una brecha grande en relación al tiempo de intervención y seguimiento, siendo la más corta de 2 meses y la más larga de 5 años; los resultados finales fueron medidos en la mayoría de los estudios a los 6 meses, otros lo hicieron a los 9 y algunos otros a los 12. Los resultados primarios a tener en cuenta fueron los datos de tensión arterial sistólica y diastólica (< 140/90 mmHg).  Los resultados secundarios fueron la modificación del comportamiento de salud, informado como dejar de fumar, moderación o abstinencia de alcohol, llevar una dieta saludable (por ejemplo, consumir porciones adecuadas de frutas y verduras por día o reducción de sal), actividad física (duración medida de la actividad física autoinformada) y conocimiento sobre la HTA y los factores de riesgo asociados.

El análisis de los puntos finales primarios mostró que la atención dirigida por enfermeras puede reducir la presión arterial en comparación con la atención habitual, sin embargo, se destaca que estos resultados muestran una certeza de evidencia baja a moderada.  En el caso de los puntos finales secundarios, los estudios utilizaron diferentes informes y medidas de resultado, por lo que no fue posible el metaanálisis y los hallazgos se presentan de forma narrativa con lo cual no se puede concluir una evidencia fuerte respecto del efecto de las intervenciones sobre la modificación del comportamiento en el estilo de vida y el conocimiento sobre la hipertensión. Sin embargo, se destaca que las intervenciones dirigidas por enfermeras mejoraron la dieta porque hubo una reducción en el consumo de sal y un aumento en la ingesta de frutas; en el caso de la actividad física, se observaron mejoras sostenidas en la actividad física que incluso, pueden perdurar en el tiempo.

El análisis sobre el efecto de la intervención sobre el tabaquismo y el consumo de alcohol fue inconsistente entre los estudios, lo cual no quiere decir que no tengan efecto positivo tal como si se demuestra en otros estudios (3)(4).  Las intervenciones dirigidas por enfermeras que resultan más efectivas son aquellas que involucran la educación y asesoramiento realizadas cara a cara o de forma remota a través de telesalud; por tanto, las intervenciones destinadas a mejorar la alfabetización sanitaria son esenciales para promover cambios en el comportamiento sanitario y mejorar los resultados clínicos.

En conclusión, se puede decir que las intervenciones dirigidas por enfermeras en la práctica general demuestran un potencial significativo para ayudar a mejorar los resultados en el tratamiento de la HTA y apoyar en la reducción de los otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, esto generalmente ocurre dado que las enfermeras pueden tener una perspectiva única y complementaria en el manejo de la HTA, ya que a menudo tienen una relación más cercana y continuada con los pacientes, lo que les permite entender mejor las barreras individuales para el control de la presión arterial y adaptar el tratamiento en consecuencia; este enfoque puede ser más rentable y escalable, especialmente en entornos donde la disponibilidad de médicos es limitada.

A futuro se requiere el desarrollo de más investigaciones que permitan generar evidencia fuerte respecto de algunos elementos exitosos de estas intervenciones, pero sobre todo, de la forma cómo las intervenciones pueden ser aplicables a la práctica habitual.

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Referencias bibliográficas

1-Wen-long Lu, Jian-hui Yuan, Ze-ye Liu, Zhan-Hao Su, Yu-Chun Shen, Shou-jun Li HZ. Worldwide trends in mortality for hypertensive heart disease from 1990 to 2019 with projection to 2034: data from the Global Burden of Disease 2019 study. Eur J Prev Cardiol. 2024;31(1):23–37.
2-Bulto LN, Roseleur J, Noonan S, de Plaza MAP, Champion S, Dafny HA, et al. Effectiveness of nurse-led interventions versus usual care to manage hypertension and lifestyle behaviour: a systematic review and meta-analysis. Eur J Cardiovasc Nurs. 2024;23(1):21–32.
3-Qiu X. Nurse-led intervention in the management of patients with cardiovascular diseases: a brief literature review. BMC Nurs [Internet]. 2024;23(1):1–9. Available from: https://doi.org/10.1186/s12912-023-01422-6
4-Álvarez-Aguirre A, Casique-Casique L, López-Nolasco B, Tolentino Ferrel M del R. Efecto de una intervención de enfermería para la disminución del consumo de alcohol de riesgo en adultos mayores. Sanus. 2021;6:e195.

 

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