Este artículo desarrolló una puntuación de dieta saludable en 147 642 personas de 21 países, en 5 continentes del estudio de cohorte prospectivo PURE. En este artículo publicado en European Heart Journal (2023 Jul 21) por Andrew Mente y colaboradores1, se desarrolló una puntuación de dieta saludable en 147 642 personas de 21 países, de
Este artículo desarrolló una puntuación de dieta saludable en 147 642 personas de 21 países, en 5 continentes del estudio de cohorte prospectivo PURE.
En este artículo publicado en European Heart Journal (2023 Jul 21) por Andrew Mente y colaboradores1, se desarrolló una puntuación de dieta saludable en 147 642 personas de 21 países, de bajos (19%), medianos (60 %) y altos ingresos (21 %), en 5 continentes del estudio de cohorte prospectivo PURE (Prospective Urban Rural Epidemiology) durante una mediana de 9.3 años de seguimiento; y se examinó la consistencia de las asociaciones de la puntuación con eventos, en cinco grandes estudios independientes (3 prospectivos y 2 casos-controles: ONTARGET/TRANSCEND, ORIGIN, INTERHEART e INTERSTROKE) que incluyeron 96.955 pacientes con enfermedad cardiovascular en 70 países.
En la actualidad, las enfermedades cardiovasculares (ECV) representan una de las principales causas de enfermedad y muerte en todo el mundo. Entre los principales factores de riesgo modificables de ECV y mortalidad por todas las causas, se encuentran los malos hábitos de alimentación, caracterizados por el bajo consumo de alimentos protectores (frutas, verduras, legumbres, nueces, cereales integrales) y el aumento del consumo de alimentos altamente procesados con alto contenido de grasas trans, azúcares refinados, preservantes y sodio (carnes procesadas, snacks y bebidas azucaradas)2. Se han establecido recomendaciones y patrones de alimentación saludable, para combatir esta preocupante tendencia; sin embargo, la mayoría de estudios que los respaldan, no incluyen a países de Latinoamérica.
Las últimas guías de prevención cardiovascular promueven la ingesta de alimentos cardioprotectores, pero siguen recomendando limitar el consumo de grasas saturadas, limitar el consumo de carnes rojas no procesadas y consumir los lácteos bajos en grasas 3,4,5.
El estudio PURE, estudio de cohorte prospectivo multinacional, que incluyó 21 países, incluyendo algunos de la región como Colombia, Perú, Brasil, Argentina y Chile; demostró que existe una importante disparidad entre los comportamientos de estilo de vida y dieta saludable entre las poblaciones de bajo, medianos y altos ingresos6.
La puntuación de la dieta saludable (1-6 puntos) propuesta por Mente y col. 1, se basa en el consumo de 6 alimentos (1 punto por cada consumo sobre la media), que se consideran protectores y se han relacionado con un riesgo significativamente menor de mortalidad. Una dieta más saludable (≥ 5 puntos) se caracteriza por un mayor consumo de frutas (2-3 porciones diarias) y verduras (2-3 porciones diarias), legumbres (1/2 taza de fréjol/lentejas/ garbanzos; 3-4 porciones a la semana), frutos secos (30g de nueces, almendras, maníes; 1 porción diaria), pescado (2 – 3 porciones a la semana de 90g), y lácteos, de preferencia enteros (1 taza de leche o yogur/ 30g de queso; 2 porciones diarias). El consumo moderado de carne roja sin procesar (1 porción de 90g diaria) no modificó el riesgo, y es una estrategia importante para mejorar el aporte de proteínas en países de bajos ingresos, donde la doble carga de la malnutrición, sigue siendo importante. Asimismo, el agregar cereales integrales, tampoco tuvo impacto en los resultados.
Este patrón de dieta se corresponde con un aporte de 27% de grasas del VCT (< 10% grasas saturadas y 15,0% grasas insaturadas), 17,2% de proteínas del VCT y 56% de carbohidratos del VCT1.
Estas recomendaciones garantizan una dieta variada, equilibrada con aporte moderado de alimentos naturales; más flexible y menos restrictiva. Los autores sugieren que el bajo consumo de alimentos saludables es un problema mayor que el consumo excesivo de algunos nutrientes (grasas saturadas) o alimentos (lácteos enteros y carnes) para la mortalidad y el riesgo de ECV en todo el mundo.
La puntuación media más alta de la dieta saludable correspondió a los países de altos ingresos (cerca de 4) y la puntuación más baja (<2) a los países de bajos ingresos; con una puntuación media de dieta saludable de PURE de 2,95 (DE 1,50) 1.
Una mejoría del 20% de la dieta (por cada quintil) se asoció a una disminución del 8% del riesgo de muerte y del 6% de eventos cardiovasculares mayores1.
Una mayor puntuación de la dieta se asoció con una disminución del 30% del riesgo de mortalidad total (HR = 0,70; IC 95 %: 0,63–0,77; P <0,0001), 18% de la enfermedad cardiovascular (ECV) (HR = 0,82; 0,75–0,91; P < 0,0001), 14% del infarto de miocardio (HR = 0,86; 0,75–0,99), 19% del accidente cerebrovascular (HR=0,81; 0,71–0,93) y 28% de mortalidad por ECV (HR= 0,72; 0,60–0,85). Los resultados fueron similares en tres estudios independientes en pacientes con antecedentes de enfermedad cardiovascular, con 27%, 21% y 15% de menor riesgo estadísticamente significativo de mortalidad, ECV e infarto de miocardio; respectivamente1.
Los beneficios de una puntuación más alta de la dieta sobre la disminución del riesgo de mortalidad y ECV, fueron significativamente mayores en las regiones de bajos ingresos comparadas con las de altos ingresos1.
La puntuación PURE mostró asociaciones ligeramente más fuertes (más predictivas) con la mortalidad o las enfermedades cardiovasculares que otras puntuaciones de dieta comunes, incluyendo los patrones de Dieta Mediterránea y Dieta DASH, que también mostraron asociaciones beneficiosas con todos los eventos. Es probable que esta predicción se sobrestime dado que los componentes de puntuación se identificaron en la misma cohorte que la predicción7.
Una de las ventajas del patrón de dieta PURE, como se mencionó anteriormente, es su flexibilidad, ya que incluye gran variedad de opciones de alimentos saludables.
-Refuerza la necesidad de promover el consumo de frutas, verduras, frutos secos, legumbres, pescado; ya recomendados por otros patrones de dieta saludable como el patrón de dieta mediterránea.
-Como aporte novedoso incluyen a los lácteos enteros, como alimentos protectores; cuyos beneficios para la salud, como la disminución del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, ya han sido reportados en otros estudios8.
-La inclusión de alimentos como los lácteos enteros y el consumo moderado de otras fuentes de proteína animal (carnes rojas no procesadas), podrían ser útiles en las poblaciones con altos índices de desnutrición
En la práctica, esto permite mayor adherencia, ya que sus recomendaciones pueden ajustarse a las necesidades de distintas poblaciones a nivel mundial en función de la disponibilidad y asequibilidad de los alimentos.
En conclusión, un patrón de dieta saludable con aporte de frutas, verduras, frutos secos, legumbres, pescado y lácteos enteros, se asoció con una mortalidad y un riesgo cardiovascular más bajos, tanto en individuos con o sin enfermedad vascular y en todas las regiones del mundo, especialmente en países con ingresos más bajos.
Este estudio aporta suficiente evidencia sobre la necesidad de educar a la población en hábitos de alimentación saludable, romper mitos y crear políticas de salud pública, que permitan implementar este patrón de dieta saludable en los países de nuestra región, como parte de las estrategias para disminuir el riesgo de enfermedades cardiovascular.
Autores:
Dra. Yedid Valcárcel Pérez
Médico Nutrióloga de Quito – Ecuador
Médico asociada al Servicio de Nutrición y Endocrinología del Hospital Metropolitano, Quito Ecuador
Miembro SIACPREVENT
Dr. Vladimir Ullauri
Cardiologo, Ecuador
Coordinador del consejo SIACPREVENT
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