Este artículo aborda los efectos perjudiciales sobre la salud relacionado al uso de los cigarrillos electrónicos

En Julio de 2022 fue publicado  en la revista Circulation un scientific statement titulado: Cardiopulmonary Consequences of Vaping in Adolescents: A Scientific Statement From the American Heart Association. El cual aborda los efectos perjudiciales sobre la salud relacionado al uso de los cigarrillos electrónicos. Los objetivos del mismo son proporcionar información sobresaliente sobre las consecuencias cardiopulmonares del uso de cigarrillos electrónicos en adolescentes y orientar estrategias terapéuticas, preventivas y futuras direcciones de investigación.

El aumento progresivo del uso de estos dispositivos en poblaciones jóvenes ha llegado a números no despreciables, posiblemente asociado a los diferentes tipos de dispositivos que se adapta a los gustos de los jóvenes, sin embargo, las consecuencias no se hicieron esperar con la presentación de lesión pulmonar asociada a su uso (EVALI), cuyo término fue acuñado por Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. en el 2019; siendo su fisiopatología, lesión pulmonar consistente con lesión epitelial y acumulación de macrófagos espumosos que son características de la toxicidad por inhalación. Los síntomas más frecuentes, observados en las emergencias para la fecha fueron dolor abdominal, náuseas, vómitos o diarrea, junto con dificultad para respirar, tos, disnea de esfuerzo o dolor torácico. Otros síntomas más inespecíficos  incluyen: fiebre, malestar general, fatiga y pérdida de peso. Además, el cuadro patológico de EVALI es amplio y se superpone con la neumonía intersticial aguda, neumonitis por hipersensibilidad, hemorragia alveolar difusa, neumonía lipoidea y síndrome de dificultad respiratoria aguda.

Se ha estudiado que el desarrollo pulmonar continúa hasta los 20 años y los adolescentes que vapean corren el riesgo de sufrir retraso en el crecimiento o alterar su desarrollo pulmonar, de tal forma que limite su potencial plenitud de función pulmonar, con modulación del estado inflamatorio e inmunológico del pulmón y el desarrollo de enfermedad pulmonar con el tiempo. Las consecuencias a largo plazo aún no están confirmadas, pero los estudios disponibles indican que los humanos que vapean durante sus años de adolescencia probablemente tienen una función pulmonar más baja, por lo que se volverán sintomáticos en un umbral más bajo con cualquier demanda adicional como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, neumonía o enfermedad pulmonar intersticial. Por tanto, es de fundamental importancia conocer todos los efectos secundarios que acarrean los cigarrillos electrónicos en la población etaria ya mencionada.

Con lo que respecta al uso en los últimos años, se ha estudiado los componentes que están presente en estos dispositivos: el e-líquido; que es una mezcla de nicotina, sabores y otros aditivos químicos que se disuelven en un vehículo como propilenglicol (PG)/glicerina vegetal (VG) siendo todos estos a excepción de la nicotina, enumerados en la lista considerada como segura (GRAS) de la FDA. Sin embargo, es importante señalar que la mayoría de los productos químicos en la lista GRAS estaban destinados a ser componentes alimentarios y que muchos componentes GRAS no han sido probados para toxicología por inhalación, y se desconoce su impacto en el sistema pulmonar.

Otros estudios han encontrado los siguientes compuestos: acetaldehído, acroleína, diacetilo, y formaldehído que se forma después de vapear. La acroleína y el formaldehído son irritantes potentes y conocidos carcinógenos.

En cuanto a las consecuencias en la salud se reconocen :

-Efectos a nivel pulmonar Estudios epidemiológicos han encontrado tasas altas de sibilancias, lo que indica que la reactividad de las vías respiratorias es inducida o promovida por el uso de cigarrillos electrónicos. Una serie de casos identificaron el uso de cigarrillos electrónicos como el factor desencadenante de bronquiectasias. Los estudios transversales han demostrado que el uso de cigarrillos electrónicos entre jóvenes, pueden estar asociados con una mayor prevalencia y exacerbación del asma. Además, su uso se asoció con mayor incidencia de enfermedades respiratorias y peor salud pulmonar en individuos con enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

A su vez se han observado cambios significativos en la expresión génica, indicativos de inmunosupresión detectado en biopsias bronquiales de vapeadores. Los enfoques proteómicos han demostrado que la exposición al cigarrillo electrónico altera significativamente el epitelio bronquial y las secreciones de las vías respiratorias. Aunque se necesitan estudios longitudinales para replicar estos hallazgos.

De acuerdo con los cambios observados a nivel de genes y proteínas en las vías respiratorias de los vapeadores, el consenso de estudios de laboratorio en animales explica que vapear deteriora las defensas del huésped y conduce a una mayor susceptibilidad a patógenos virales y bacterianos; en el caso de humanos, el factor de virulencia y el receptor del factor activador de plaquetas se reguló positivamente en los vapeadores, lo que sugiere un vínculo mecánico entre el vapeo con mayor riesgo de infección bacteriana. Ghosh et al demostraron recientemente que los niveles de proteasa estaban elevados en los pulmones de los vapeadores y que los niveles de nicotina encontrados en los pulmones fueron suficientes para provocar la liberación de proteasa de los macrófagos, datos que sugieren que al igual que los fumadores de cigarrillos tradicionales también tienen una mayor susceptibilidad a las infecciones pulmonares.

Aunque no es sorprendente que la inhalación de compuestos distintos al aire ambiente normal, provoque cambios en la función y estructura pulmonar, la corta historia del uso de cigarrillos electrónicos hace que sea difícil saber si la inhalación a largo plazo de sus aerosoles, lleva al mismo grado de enfermedad pulmonar que los fumadores convencionales de tabaco o dará lugar a los mismos tipos de enfermedades.

Los estudios hasta la fecha se han centrado en exposiciones a corto plazo y han mostrado cambios leves en la función pulmonar por espirometría, pero otros estudios demuestran que no. El contenido de nicotina a veces se ha relacionado con cambios en la función pulmonar (disminución del volumen espiratorio forzado en 1 segundo) y otras veces, se encontró que únicamente el vehículo causó los efectos, sin relación con la nicotina. Los datos hasta el momento han identificado el uso de cigarrillos electrónicos como un impulsor de la reactividad de las vías respiratorias, lo que provoca sibilancias y tos.

–En cuanto a los efectos cardiovasculares

En general, hay evidencia de múltiples cambios hemodinámicos agudos, como mayor rigidez arterial, alteración de la función endotelial y aumento de la presión, frecuencia cardíaca y tono simpático. Reducción del aumento del flujo sanguíneo miocárdico con el ejercicio, pero no cambios en la relajación ventricular, a corto plazo aumenta los niveles de biomarcadores de estrés oxidativo. Muchos de los efectos vasculares agudos parecen ser atribuibles a exposición a la nicotina, cuyas empresas tabacaleras no se han interesado en retirarlas de sus productos. Desafortunadamente, al momento de escribir este statement, no existe ningún estudio que evalúe directamente la salud cardiovascular en adolescentes <18 años de edad, grupo que pueden ser más sensibles a las toxicidades agudas.

Es conocido que fumar tabaco convencional en la adolescencia puede conducir a la aterosclerosis, enfermedades del corazón y accidente cerebrovascular durante la edad adulta a largo plazo; faltan datos  acerca del uso de cigarrillos electrónicos. Sin embargo, algunos  resultados muestran la evidencia de inflamación sistémica y disfunción endotelial (disminución de la producción de óxido nítrico) similar a que se ve en los fumadores, lo que apunta hacia un posible aumento ECV en vapeadores.

En un estudio de jóvenes, el uso a corto plazo de cigarrillos electrónicos sin nicotina aumentó la proteína C reactiva circulante y niveles de moléculas de adhesión intracelular. En este mismo orden de ideas, estudios indican que su uso eleva los niveles de glóbulos blancos y estrés oxidativo en adultos jóvenes. Por lo que es probable que el uso de cigarrillos electrónicos por sí solo aumente el riesgo cardiovascular en usuarios adolescentes, pero se necesitan más estudios necesarios.

Datos de los modelos animales de inhalación de aerosol de cigarrillos electrónicos a largo plazo respaldan principalmente los hallazgos del uso a corto plazo, datos con ratones que desarrollan fibrosis cardíaca, disminución de la fracción de eyección y aterosclerosis; cada vez es más claro que las sustancias químicas contenidas en los aerosoles de los cigarrillos electrónicos están afectando las células endovasculares y miocárdicas, que conlleva a cambios que presagian el desarrollo de enfermedad cardiovascular a largo plazo.

Y ¿esto es todo?  La respuesta es, no.

También se ha observado implicaciones desde el punto de vista sistémica: Adicción, Mental Salud y Salud del Sueño. Y es que el uso de cigarrillos electrónicos afecta la calidad del sueño, afecta potencialmente la salud mental  y conduce a la adicción a través de la activación de las vías de recompensa de la dopamina. Esto es muy preocupante, ya que puede conducir a adicciones de por vida, psicopatología y disfunción tanto social como laboral.

La American Heart Association ha publicado previamente declaraciones sobre el uso de cigarrillos electrónicos y productos de tabaco en la población adulta, cuyo uso se ha incrementado incluso antes de la pandemia, y hacen mención de las regulaciones para mitigar el potencial efecto nocivo de los cigarrillos electrónicos en los jóvenes, tema que debe abordarse.

Los legisladores federales, estatales y locales deben tomar medidas para reducir o prevenir el acceso de los jóvenes a los cigarrillos electrónicos, retirar del mercado todos los cigarrillos electrónicos con saborizantes. La FDA ha tomado algunas medidas como: verificación de edad, para identificación de < 21 años de edad que intentan comprar  productos derivados de tabaco; prohibir la distribución de muestras de tabaco gratis; prohibir la venta de productos del tabaco en máquinas expendedoras (excepto en instalaciones estrictamente sólo para adultos); e inspección de las instalaciones de fabricación de cigarrillos electrónicos, incluidas las tiendas de vapeo que fabrican o modifican cigarrillos electrónicos.

En vista de todo el contexto planteado, el papel que juega el sistema de salud es muy importante incluyendo:  facultades de medicina, hospitales y proveedores de seguros de salud en el rol de educar a la población como el mensaje : dejar de vapear , siendo fundamental establecer programas que puedan ofrecer conciencia comunitaria y proporcionar un fácil acceso a la ayuda y apoyar la cesación. Los empleadores y los planes de seguro de salud debe ofrecer servicios de cesación integrales  ​​que incluya la farmacoterapia y el asesoramiento para beneficiarios sin costo.

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CONCLUSIONES

Aunque se cree que los cigarrillos electrónicos tienen el potencial para ayudar a abandonar el uso de cigarrillos convencionales, encaminado a la cesación completa, sin embargo, en la actualidad no hay evidencia para apoyar los cigarrillos electrónicos como puente para dejar de fumar en adolescentes, encontrando datos limitados a corto y largo plazo sobre sus consecuencias cardiopulmonares y de salud en general; siendo este tema es de gran preocupación para la salud pública que requiere un examen más intensivo, siendo probable que los efectos sobre la salud sean observado muchos años más tarde en el futuro.