Arresto cardiaco y resucitación durante la pandemia en Nueva York: La tragedia escondida detrás

Arresto cardiaco y resucitación durante la pandemia en Nueva York: La tragedia escondida detrás

A todos nos queda claro el exceso de mortalidad causado por el “Síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2” (SARS-CoV-2, COVID-19), el cual ha sido extensamente difundido por los medios de comunicación. Por otro lado, aún apenas empezamos a comprender el impacto indirecto de esta pandemia en otras áreas de atención a la salud. Entre ellas

A todos nos queda claro el exceso de mortalidad causado por el “Síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2” (SARS-CoV-2, COVID-19), el cual ha sido extensamente difundido por los medios de comunicación. Por otro lado, aún apenas empezamos a comprender el impacto indirecto de esta pandemia en otras áreas de atención a la salud. Entre ellas está el exceso de mortalidad cardiovascular, el cual fue reportado inicialmente en el Norte de Italia[1] y confirmado por el artículo más reciente publicado en la revista JAMA Cardiology por Lai y colaboradores que incluimos más arriba[2]. En este último, los autores compararon la incidencia de episodios de arresto cardíaco asistidos por el sistema de emergencias 911 en la ciudad de Nueva York entre el período agudo de la pandemia (1ro de marzo – 25 de abril, 2020) y el intervalo correspondiente en el 2019. Los hallazgos reportados son de alto impacto: 1) En el año 2020 la incidencia de paro cardíaco ambulatorio aumentó de 15.9 en 100,000 a 47.5 en 100,000 casos; 2) los porcentajes de casos de asistolia y disociación electromecánica se triplicaron; y 3) el porcentaje de mortalidad previo a hospitalización aumentó de 75 a 90%.

A pesar de que este estudio ofrece hallazgos importantes, nos deja varias dudas. Los autores no pudieron determinar qué porcentaje de estos casos fueron atribuidos directamente a la infección viral, ya que fueron realizadas muy pocas autopsias durante el período inicial de la pandemia. Experiencia acumulada durante los primeros meses en los epicentros de la pandemia en China, Europa y Estados Unidos, nos ha demostrado que en pacientes hospitalizados los episodios de tromboembolismo venoso y arterial son complicaciones frecuentes. Por lo tanto, es posible que un porcentaje de los casos reportados por Lai representen episodios de tromboembolismo pulmonar en pacientes con infección viral que no llegaron a ser diagnosticados a tiempo. Otra causa pudiese ser exceso de mortalidad cardiovascular no atribuible al coronavirus, causado por retraso en la atención en casos de síndromes coronarios agudos, reducción en los servicios de asistencia ambulatoria y acceso limitado a los servicios de emergencia.

Recientemente, de Filippo y colaboradores[3] reportaron su observación sobre la reducción en la incidencia de síndrome coronarios agudos en el Norte de Italia durante los primeros meses de la pandemia. Nuestra experiencia en el Bronx ha sido similar; la reducción en el número de admisiones por eventos cardiovasculares fue proporcional al aumento de casos de paro cardíaco observados fuera del hospital reportado por Lai y al exceso en la mortalidad cardiovascular en la ciudad de Nueva York publicado el 1ro de junio del 2020 en el New York Times[4].

Nos llama también la atención la reducción en la efectividad de los esfuerzos de resucitación descritos en el artículo aquí discutido. Aunque los autores reportan un retraso similar en la respuesta del servicio 911, en comparación al observado en el periodo control del 2019, es probable que el aislamiento social y el temor público al contagio en los hospitales hayan contribuido a un retraso en la solicitud de auxilio. Es notable que los medios de comunicación no llamaron la suficiente atención a las posibles repercusiones de este problema. Un dato que sí nos ofrece el estudio de Lai es el reporte en la reducción de uso de intubación endotraqueal durante los esfuerzos de resucitación, lo cual sugiere que el temor al contagio haya disminuido la efectividad de los esfuerzos del personal paramédico.

¿Qué medidas prácticas debemos considerar en base a esta publicación? Lo primero es concientizar a la población y a los medios de comunicación sobre la importancia de continuar prestando atención a otros problemas de salud, en nuestro caso, a la enfermedad cardiovascular. Segundo, debemos seguir promoviendo el uso de la telemedicina, expandiéndolo a servicios de emergencia 24 horas al día. Finalmente, COVID-19 o no, reconociendo que el mecanismo común en estos eventos es un proceso tromboembólico, deberíamos considerar el uso más liberal de la anticoagulación mientras se realizan estudios randomizados para determinar su efectividad.

Ver link AQUI

Referencias

[1] Baldi E, Sechi GM, Mare C, et al; Lombardia CARE Researchers. Out-of-hospital cardiac arrest during the Covid-19 outbreak in Italy. N Engl J Med. 2020. doi:10.1056/NEJMc2010418

[2] Lai PH, Lancet EA, Weiden MD, et al. Characteristics Associated with Out-of-Hospital Cardiac Arrests and Resuscitations During the Novel Coronavirus Disease 2019 Pandemic in New York City. JAMA Cardiol. 2020; e202488. doi:10.1001/jamacardio.2020.2488

[3] De Filippo O, D’Ascenzo F, Angelini F, et al. Reduced Rate of Hospital Admissions for ACS during Covid-19 Outbreak in Northern Italy. New England Journal of Medicine. 2020; 383:88-89.

[4] https://www.nytimes.com/interactive/2020/06/01/us/coronavirus-deaths-new-york-new-jersey.html

Posts Carousel

Deje un comentario

Registrese para comentar. Sus e-mail no será publicados

Cancel reply