Migración y los efectos de la salud en América

Migración y los efectos de la salud en América

Los procesos migratorios comenzaron en la prehistoria. La expansión de la humanidad se remonta al Paleolítico con migraciones humanas hace unos 70.000 años. La biblia cita el primer movimiento migratorio del pueblo judío con más de seiscientos mil hombres a pie, que después de permanecer 430 años en cautiverio bajo la dominación y explotación de

Los procesos migratorios comenzaron en la prehistoria. La expansión de la humanidad se remonta al Paleolítico con migraciones humanas hace unos 70.000 años. La biblia cita el primer movimiento migratorio del pueblo judío con más de seiscientos mil hombres a pie, que después de permanecer 430 años en cautiverio bajo la dominación y explotación de Egipto, salen en pos de su libertad y una vida mejor. (Santa Biblia Reina Valera, Éxodo 12: 37)

La migración es generalmente considerada como una solución a una situación de vida, convirtiéndose en un evento vital con la promesa de beneficios, dirigidos principalmente a mejorar sus condiciones de vida, pero también con una serie de situaciones estresantes. Involucra determinantes económicos, políticos, socioculturales, individuales y tecnológicos.

Hoy en día, la migración es un fenómeno mundial, con casi 272 millones de migrantes internacionales (DAES, 2019) por lo que se debe reconocer como un factor social determinante de la salud. (1,2)

Actualmente, las Américas enfrentan una de las situaciones de desplazamiento humano más grandes del mundo. América Latina y el Caribe duplicaron el número de migrantes de 2005, alcanzando los 15 millones en 2022, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

La migración coloca a las personas en circunstancias que pueden afectar su bienestar físico y mental. Las condiciones relacionadas con el proceso de migración pueden aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades, en particular para aquellos que migran involuntariamente, ya sea que huyan de desastres naturales o provocados por el hombre. (3)

La relación entre migración y salud es compleja. Las condiciones relacionadas con los procesos migratorios pueden exacerbar las vulnerabilidades en materia de salud y los comportamientos de riesgo; puede aumentar la incidencia de enfermedades transmisibles como varicela, sarampión, tuberculosis, VIH, sífilis, según el grupo de edad, además del COVID-19. Esto es importante porque el riesgo de contagio para los migrantes en los países receptores es alto dado que muchos viven en condiciones precarias de hacinamiento, carecen en la mayoría de los casos de acceso al sistema de salud y enfrentan unas condiciones frágiles de salud con altos niveles de desnutrición. (4)

Estudios conducidos por OIM en Mesoamérica vinculan elementos como la fragmentación familiar, el desarraigo, y experiencias estresantes vividas durante la migración, con altos niveles percibidos de ansiedad, estrés, frustración, tristeza, sentimiento de pérdida y desesperanza a nivel individual, familiar y comunitario, incluyendo en las familias que quedaron atrás

Hay varios determinantes que pueden influir en la salud de las personas, que van desde contextos socioeconómicos, legales, culturales, ambientales y físicos generales hasta factores individuales como el estilo de vida, la edad, los factores hereditarios y el comportamiento. (Figura 1)(5)

Enfermedades Cardiovasculares em los migrantes, según OPS

– La enfermedad coronaria es más alta en hombres en Europa y mujeres en México, Centroamérica y el Caribe, mientras que el accidente cerebrovascular es más alto en hombres en México, Centroamérica, el Caribe y Europa, y en mujeres en África, México, Centroamérica y el Caribe. (6)

– Existe una mayor prevalencia de accidentes cerebrovasculares y factores de riesgo cardiovascular como hipertensión e hipercolesterolemia en inmigrantes hispanos que han permanecido más de 10 años en el país de acogida, mientras que una menor incidencia de insuficiencia cardíaca, infarto agudo de miocardio y fibrilación auricular en migrantes recientes. (7)

– Un mayor tiempo de residencia se asocia con 1,29 veces el riesgo de eventos cardiovasculares, especialmente en aquellos migrantes menores de 65 años. La influencia del tiempo de residencia sugiere que la salud cardiovascular puede converger al perfil de la población local a lo largo del tiempo.

– El tiempo de residencia puede aumentar la prevalencia de la obesidad, por ejemplo, los inmigrantes hispanos que se quedaron 15 años alcanzaron el 24,2 % mientras que los que se quedaron 5 años tuvieron el 14,5 %.

Se necesitan esfuerzos de prevención de salud pública dirigidos a los nuevos inmigrantes que pueden ayudar a retrasar el deterioro de la salud cardiovascular y reducir el riesgo cardiovascular en el futuro. (8)

 

Referencias

1.Carpio K, Almánzar A, Castillo M, Santamaría I. Salud y Migración. Revista Salud Regional. 2019; 2 (2):1-40.
2.Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DAES-2019), Naciones Unidas.
3.International Organization for Migration (2016). Global migration trends 2015 factsheet.
4.Salud de los migrantes internacionales – Estado de salud: Enfermedades no transmisibles – Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud.
5.Portal de Datos sobre Migración/ Organización Mundial de la Salud.
6.Fang J, Yuan K, Gindi RM, Ward BW, Ayala C, Loustalot F. Association of birthplace and coronary heart disease and stroke among US adults: National Health Interview Survey, 2006 to 2014. Journal of the American Heart Association. 2018;7(7):e008153.
7.Shaw PM, Chandra V, Escobar GA, Robbins N, Rowe V, Macsata R. Controversies and evidence for cardiovascular disease in the diverse Hispanic population. Journal of Vascular Surgery. 2018;67(3):960–9.
8.Lê-Scherban F, Albrecht SS, Bertoni A, Kandula N, Mehta N, Roux AVD. Immigrant status and cardiovascular risk over time: results from the Multi-Ethnic Study of Atherosclerosis. Annals of Epidemiology. 2016;26(6):429-435.

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