El estudio CARDIA (The Coronary Artery Risk Development in Young Adults) es una cohorte de 5115 individuos en Estados Unidos, de raza blanca o negra, 62.7% mujeres, sanos, que tuvieron sus mediciones basales en los años 1985 o 1986, cuando tenían una edad promedio de 25.3 años. En ellos se determinó el consumo de frutas
El estudio CARDIA (The Coronary Artery Risk Development in Young Adults) es una cohorte de 5115 individuos en Estados Unidos, de raza blanca o negra, 62.7% mujeres, sanos, que tuvieron sus mediciones basales en los años 1985 o 1986, cuando tenían una edad promedio de 25.3 años.
En ellos se determinó el consumo de frutas y verduras usando una entrevista semi estructurada y a los 20 años de seguimiento, años 2005 y 2006, se realizó una determinación de calcio coronario por tomografía computada. Esta publicación incluye 2506 participantes, siendo las principales causas de exclusión pérdidas de seguimiento, falta de puntajes de calcio coronario y estimaciones de consumo de energía en valores extremos. Luego de ajustar por variables relacionadas a estilo de vida y demografía se observó que una ingesta alta de frutas y verduras en la encuesta basal se asoció a una no significativa menor prevalencia de calcio coronario (OR 0.78 (IC 95% 0.59-1.02) y a una significativa diferencia en la prevalencia de calcio coronario al comparar el tercil superior con el inferior del consumo de frutas y vegetales (OR 0.74 (0.56–0.99), pero las diferencias son significativas solo en mujeres. Estos resultados siguen siendo significativos, aunque la intensidad de la asociación se atenúa, luego de ajustar por el consumo de otros alimentos como nueces, pescado, carnes, etc.
Estos resultados, con las limitaciones que tiene el uso de un evento intermedio, como la presencia de calcio coronario, en contraposición a estudios que reportan eventos clínicamente relevantes, son consistentes con publicaciones previas que demuestran que el consumo elevado de frutas y verduras se asocia a menores tasas de eventos coronarios, accidente vascular cerebral y mortalidad cardiovascular (1), además de menor incidencia de diabetes mellitus, cáncer y mortalidad total. En el estudio INTERHEART un consumo diario de frutas y verduras se asoció a un menor riesgo de primer infarto del miocardio en el total de la muestra con un OR de 0.7 (IC 95% 0.64-0.77) (2) y en el sub estudio de América Latina con un OR 0.63 (IC 95% 0.51-0.78) (3), siendo el riesgo de infarto del miocardio atribuible a un bajo consumo de frutas y verduras en un 13.7% y los resultados fueron consistentes entre hombres y mujeres, y entre jóvenes y viejos
Como conclusión puede decirse que estos datos refuerzan la evidencia sobre la importancia de una dieta adecuada, que incluya el consumo diario de frutas y verduras a lo largo de toda la vida
1.-Dauchet L, Amouyel P, Hercberg S, Dallongeville J. Fruit and vegetable consumption and risk of coronary heart disease: a meta-analysis of cohort studies. J Nutr. 2006;136:2588–2593.
2.-Yusuf S, Hawken S, Ounpuu S, Dans T, Avezum A, Lanas F, McQueen M, Budaj A, Pais P, Varigos J, Lisheng L; INTERHEART Study Investigators. Effect of potentially modifiable risk factors associated with myocardial infarction in 52 countries (the INTERHEART study): case-control study. Lancet. 2004 Sep 11-17;364(9438):937-52. 3.-Lanas F, Avezum A, Bautista LE, Diaz R, Luna M, Islam S, Yusuf S; INTERHEART Investigators in Latin America. Risk factors for acute myocardial infarction in Latin America: the INTERHEART Latin American study.Circulation. 2007 Mar 6;115(9):1067-74.
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