La mortalidad materna se considera uno de los indicadores de desarrollo de los países, y de ahí la importancia de buscar estrategias para disminuirla. Con los avances en la detección y manejo de las enfermedades obstétricas, se ha logrado una mejoría en las tasas de mortalidad directa (aquellas relacionadas con enfermedades obstétricas como las infecciones
La mortalidad materna se considera uno de los indicadores de desarrollo de los países, y de ahí la importancia de buscar estrategias para disminuirla. Con los avances en la detección y manejo de las enfermedades obstétricas, se ha logrado una mejoría en las tasas de mortalidad directa (aquellas relacionadas con enfermedades obstétricas como las infecciones y el sangrado posparto), lo que ha llevado a un cambio epidemiológico con aparición de causas indirectas como las principales causas de muerte materna en los países desarrollados, y entre éstas, la enfermedad cardiovascular como la más importante, tal como se ha visto en el Reino Unido (1) o en Estados Unidos (2, 3). Países de América Latina como Colombia no es ajeno a este comportamiento, y es así como los indicadores nacionales muestran que las causas indirectas, entre ellas la enfermedad cardiaca, está en las principales causas de mortalidad materna (4).
Esto ha llevado a que se empiece a prestar más importancia a la detección temprana de las enfermedades cardiovasculares en la paciente gestante, la aparición de más literatura médica al respecto de un tema que antes era olvidado, pero que poco a poco se empieza a reconocer como un área de importancia en Cardiología, que se espera crezca a medida que las gestantes con cardiopatía aumenten, dada la presencia más frecuente de enfermedad cardiaca en mujeres en edad reproductiva, tanto por los avances en el tratamiento de cardiopatías congénitas, el desarrollo de factores de riesgo cardiovascular a edades más tempranas y la presencia de gestaciones a edades más tardías (5, 6).
A partir de esta visibilidad creciente de la importancia de la enfermedad cardiaca en la paciente gestante, se empiezan a pronunciar las sociedades más importantes del mundo en Cardiología con la creación de consensos y guías para el manejo de esta población (5, 6), aparecen registros colaborativos como el registro europeo de embarazo y enfermedad cardiaca, donde varios centros de Latinoamérica aportaron pacientes. Además, las revistas de alto impacto empiezan a abordar el tema con artículos de perspectiva, respecto a la importancia de la creación de “equipos cardio-obstétricos” (7, 8).
Esto implica que, así como existen equipos multidisciplinarios en falla cardiaca y trasplante, enfermedad valvular, endocarditis infecciosa o cardio-oncología, se creen equipos multidisciplinarios en “Cardio-obstetricia” que permita un manejo integral de la paciente gestante con cardiopatía, un seguimiento acorde con su riesgo, y el desarrollo de intervenciones planeadas que puedan impactar los desenlaces maternos y fetales.
Artículos como el de Davis M y Walsh MN (8), se vuelven entonces fundamentales para crear consciencia en los Cardiólogos, respecto a la importancia de prepararse en un tema al que tal como lo mencionan en su artículo, se le dedica poco o nada de tiempo en la formación del fellow en Cardiología. Se requiere entonces ampliar nuestros horizontes, entender que las enfermedades cardiovasculares también existen en las gestantes y por ello, mejorar nuestros conocimientos en un tema clave para lograr mejorar los desenlaces maternos y neonatales de las gestantes con enfermedad cardiovascular.
Para ello se necesitan habilidades comunicativas que permitan liderar e interactuar en equipo, adicional a los conocimientos en los cambios fisiológicos del sistema cardiovascular en el embarazo, como impactan éstos los riesgos de descompensación en las diferentes cardiopatías congénitas y adquiridas, y como tratarlas acorde a las mejores recomendaciones disponibles, con conductas claras según dichas recomendaciones y no a mitos frecuentes en el manejo de estas pacientes, de modo que se definan las intervenciones cardiacas u obstétricas en el momento propicio y con los cuidados particulares requeridos en estas pacientes, apoyados en discusión y manejo del equipo multidisciplinario. Adicionalmente, es fundamental que el Cardiólogo comprenda su papel clave en la consejería preconcepcional, y la educación en anticoncepción en aquellas pacientes de alto riesgo donde el embarazo está contraindicado.
Además, tal como lo sugieren las autoras en el artículo, se debe buscar la forma de generar programas formales para el entrenamiento en este tema, crear registros colaborativos que nos permita construir evidencia en un campo que venía siendo poco explorado, y grupos de excelencia que tengan un equipo de trabajo que permita resultados benéficos (Figura).
Sean este tipo de artículos bienvenidos para sensibilizarnos de nuestro papel fundamental en el cuidado cardiovascular de la gestante, entender que somos responsables de la detección, educación y manejo de las mujeres en edad fértil con enfermedad cardiaca o con factores de riesgo cardiovascular, y desarrollar en Latinoamérica específicamente, grupos que puedan atender este tipo de pacientes y que, de forma colaborativa, permitan ayudar en la generación de conocimiento.
- – Ver link AQUI
Referencias
1- Knight M, Bunch K, Tuffnell D, Jayakody H, Shakespeare J, Kotnis R, Kenyon S, Kurinczuk JJ (Eds.) on behalf of MBRRACE-UK. Saving Lives, Improving Mothers’ Care – Lessons learned to inform maternity care from the UK and Ireland Confidential Enquiries into Maternal Deaths and Morbidity 2014-16. Oxford: National Perinatal Epidemiology Unit, University of Oxford 2018
2- Briller J, Koch AR, Geller SE. Maternal cardiovascular mortality in Illinois, 2002–2011. Obstet Gynecol. 2017;129:819–826
3- Hameed AB, Lawton ES, McCain CL, Morton CH, Mitchell C, Main EK, Foster E. Pregnancy-related cardiovascular deaths in California: beyond peripartum cardiomyopathy. Am J Obstet Gynecol. 2015;213:379.e1– 379.e10
4- Protocolo de Vigilancia epidemiológica de la mortalidad materna. Bogotá: OPS, 2016
5- Canobbio MM, Warnes CA, Aboulhosn J et al. Management of Pregnancy in Patients With Complex Congenital Heart Disease: A Scientific Statement for Healthcare Professionals From the American Heart Association. Circulation 2017;135:e50-e87
6- Regitz-Zagrosek V, Roos-Hesselink JW, Bauersachs J et al. 2018 ESC Guidelines for the management of cardiovascular diseases during pregnancy. Eur Heart J 2018;39:3165-3241
7- Mann S, Hollier LM, McKay K, Brown H. What we can do about maternal mortality – and how to do it quickly. N Engl J Med. 2018;379:1689–1691
8- Davis M, Walsh MN. Cardio-Obstetrics Team-Based Care to Improve Maternal Outcomes. Circ Cardiovasc Qual Outcomes 2019:12:e005417
Deje un comentario
Registrese para comentar. Sus e-mail no será publicados