Eminente cirujano cardiovascular pediátrico; nos dejó algo más que las técnicas quirúrgicas…

Eminente cirujano cardiovascular pediátrico; nos dejó algo más que las técnicas quirúrgicas…

Foto: Durante visita al INP México, Distrito Federal. Pionero, mentor y aún después de su retiro visitando centros de manejo de patología cardiovascular pediátrica para impulsar lo mejor para cada paciente portador de cardiopatías congénitas. Gentileza Dr. Alexis Palacios Macedo En representación del capítulo de Cardiopatías Congénitas de la Sociedad de Imágenes Cardiovasculares de la Sociedad

Foto: Durante visita al INP México, Distrito Federal. Pionero, mentor y aún después de su retiro visitando centros de manejo de patología cardiovascular pediátrica para impulsar lo mejor para cada paciente portador de cardiopatías congénitas. Gentileza Dr. Alexis Palacios Macedo


En representación del capítulo de Cardiopatías Congénitas de la Sociedad de Imágenes Cardiovasculares de la Sociedad Interamericana de Cardiología (SISIAC), así como de los colegas en cada rincón del continente que interactúan con pacientes portadores de cardiopatías congénitas, es que asumimos el desafío y el honor que significa escribir esta breve reseña de la vida y legado que dejó el Dr. Aldo R. Castañeda.

Su desaparición física ocurrió hace pocos días, luego de 90 años de una vida íntegramente dedicada a la medicina, a la investigación y al cuidado de los niños portadores de malformaciones cardíacas congénitas.

Hijo de padre guatemalteco y de madre nicaragüense, nació en Italia en la ciudad de Nervi y posteriormente vivió en Múnich. Evidenció el avance del nazismo en Europa y por tal razón regresó y estudió medicina en la Universidad de San Carlos en Guatemala. Posteriormente cursó estudios en la Universidad de Minnesota. Allí completó una Maestría en Bioquímica y posteriormente Doctorados en Filosofía, en Fisiología y cirugía experimental. Diplomado por el American Board of Surgery, y por el American Board of Thoracic Surgery en 1965.

Luego alcanzó el grado de Profesor de Cirugía en la Universidad de Minnesota y más tarde profesor Emérito de la Universidad de Harvard, culminando como Jefe de Cirugía del Children’s Hospital de Boston.

En 1997 regresó a Guatemala y creó la Unidad Cardiovascular Pediátrica, que se convirtió en referencia nacional, y de  Centroamérica y el Caribe, para el diagnóstico y tratamiento de niños con malformaciones congénitas del corazón.

Pero no es nuestra intención centrarnos tanto en su biografía, y quizás tampoco en sus indiscutibles méritos académicos y técnicos como cirujano cardíaco de niños, sino más bien en su excepcional capacidad de líder y mentor filosófico de una nueva corriente para el manejo de recién nacidos con defectos cardiovasculares. Cirugía correctiva a temprana edad neonatal y lo menos dañina posible para el desarrollo de órganos en crecimiento como el cerebro, el sistema renal y hasta el mismo corazón. Un enfoque innovador y pionero para esa época.

En el prefacio de su reconocido libro “Cardiac Surgery of the Neonate and Infant”, el propio Dr. Castañeda deja claro, que su finalidad fue el desarrollo de la cirugía cardíaca correctiva y temprana, en lactantes y niños pequeños, en consideración no solamente al corazón, sino también a los demás sistemas en desarrollo del niño, en esa etapa de la vida tan crucial para el crecimiento. Resulta claro que su intención fue lograr una solución contundente para este tipo de pacientes con malformaciones cardíacas, no sólo para la vida a largo plazo del paciente, sino también en atención a todo su entorno familiar. Queda en evidencia su humanismo en esta filosofía y proceder.

Le asignaba crucial relevancia al trabajo en equipo, al respeto mutuo de sus integrantes, tanto personal como intelectualmente, y al funcionamiento armonioso de un grupo de profesionales que manejan el postoperatorio inmediato e intermedio de estos pequeños pacientes; incluyendo diferentes especialidades médicas, personal altamente capacitado en enfermería y experimentado personal paramédico.

Su personalidad le permitió desempeñarse como Profesor Emérito en la Universidad de Harvard y en la conducción de programas en Instituciones de esa envergadura.  Los resultados obtenidos fueron de amplio reconocimiento en la comunidad académica internacional.

Su legado ha sido adoptado en la comunidad cardiológica y quirúrgica cardiovascular pediátrica, y es práctica cotidiana en el manejo de pequeños corazones de recién nacidos, pero no ha sido incorporado del mismo modo, por quienes manejan o controlan aspectos económicos y políticas institucionales.

Administradores médicos y no médicos, deberían sostener la doctrina del Dr. Aldo R. Castañeda, con esfuerzos continuos para lograr equipos altamente capacitados, con enfermería con alto nivel de entrenamiento, teniendo en cuenta que invertir en la continua educación de esos niveles profesionales, tendrá un impacto social y nacional a mediano y largo plazo.

Sus enseñanzas y su modo de proceder, han sido referencia para todos nosotros integrantes de SISIAC y lo siguen siendo, fundamentalmente en lo referente a la imprescindible necesidad de fomentar y lograr el trabajo en equipo, con integrantes plenamente formados.

Las malformaciones congénitas y especialmente entre ellas las malformaciones cardíacas, son las principales determinantes de la mortalidad infantil en nuestros países.  Esto le da mayor relevancia aún, a la contribución y enseñanza que el Dr. Aldo Castañeda nos ha dejado como legado. Para los que hemos tenido el privilegio de conocerlo personalmente, nos resulta imposible olvidar su expresión apacible, su rostro distendido y la sencillez de su semblante, como quien ha cumplido su cometido en la vida. Descanse en paz querido Profesor.

                                                                                                    Capítulo Cardiología Pediátrica SISIAC

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